Cuando decides comenzar tu camino hacia una vida más saludable y quitarte esos kilos demás, es posible que puedas perder mucho peso al principio. Sin embargo, la pérdida de peso puede disminuir o detenerse por completo después de un tiempo.
Muchas personas al llegar a este punto dejan de cuidarse o abandonan su plan de dieta saludable. Por ello, queremos compartirte las 12 razones más comunes por las que podrías no estar perdiendo peso.
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Además, hemos incorporado algunos consejos prácticos sobre cómo romper este estado y hacer que las cosas se muevan nuevamente.
1. La balanza no siempre refleja todos los resultados
Es increíblemente común que la balanza no se mueva por unos días o semanas. Esto no significa que no estés perdiendo grasa.
El peso corporal tiende a fluctuar por unos cuantos kilos, lo cual se ve influenciado por los alimentos que consumes. Las hormonas también pueden tener un efecto importante en la cantidad de agua que retiene tu cuerpo, especialmente en las mujeres.
Por ello, es una buena idea usar algo que no sea la balanza para medir tu progreso. Por ejemplo, medir la circunferencia de tu cintura, calcular el porcentaje de grasa corporal una vez al mes o simplemente lo bien y mejor que te queda la ropa.
2. No estás comiendo suficiente proteína
La proteína es el nutriente más importante para perder peso. Se recomienda comer proteínas en 25 a 30% de las calorías que consumes diariamente, lo cual puede aumentar el metabolismo de 80 a 100 calorías por día.
Además, la proteína te ayudará a que te sientas saciado por más tiempo y a controlar tu ansiedad.
La ingesta diaria de proteínas es indispensable para alcanzar una dieta saludable. Ésta ayuda a acelerar el metabolismo y permite construir y mantener la masa muscular.
3. Estás consumiendo muchas calorías
Si no está perdiendo peso, te recomendamos que intentes pesar tus alimentos y controlar tus calorías por un tiempo.
Hoy en día existen calculadoras y contadores de calorías que te permitirán seguir una dieta más controlada.
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4. Sigues bebiendo azúcares
Las bebidas azucaradas son los productos que más engordan. Incluso los jugos de frutas contienen cantidades considerables de azúcares, por lo que no deben consumirse en grandes cantidades. Un solo vaso puede contener una cantidad similar de azúcar como varias piezas de fruta entera.
5. No estás durmiendo bien
Dormir bien es uno de los factores más importantes que influyen en tu salud física y mental, así como en tu peso.
Los estudios demuestran que dormir mal es uno de los mayores factores de riesgo para la obesidad.
6. Estás consumiendo muchos carbohidratos
Si tiene mucho peso que perder y / o problemas metabólicos como la diabetes tipo 2 o pre-diabetes, reducir el consumo de carbohidratos puede ayudarte. De hecho, alguna estudios sugieren que las dietas bajas en carbohidratos son más efectivas que las dietas bajas en grasas.
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7. No estás bebiendo suficiente agua
Incrementar el consumo de agua te ayudará a adelgazar y a reducir las ganas de comer.
Por lo general, creemos que tenemos hambre cuando realmente lo que tenemos es sed.
Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día, lo que es equivalente a 8 vasos de agua. Pero… ¿sabes por qué? Descubre la importancia de consumir la cantidad diaria recomendada de agua y no te pierdas nuestros tips saludables.
8. Tienes una condición médica que dificulta tu proceso de pérdida de peso
Hay algunas afecciones médicas que pueden impulsar el aumento de peso y hacer que sea mucho más difícil adelgazar, como por ejemplo insomnio, hipotiroidismo y el síndrome de ovario poliquístico.
Ciertos medicamentos también pueden hacer que la pérdida de peso sea más difícil o incluso causar aumento de peso.
En este caso te recomendamos que lo consultes y converses con tu médico de cabecera.
9. No estás seleccionando los snacks adecuados
Esos pequeños snacks no tan saludables que no puedes resistir en la tarde, en la noche o cuando estás aburrido podrían detener tu pérdida de peso.
Elegir meriendas o almuerzos más saludables que sean más bajos en calorías y ricos en proteína y nutrientes pueden ayudarte a sentirse saciado por más tiempo.
No dejes de echarle un vistazo a nuestras prácticas y convenientes opciones con alto contenido en proteína, que te ayudarán a seguir tu plan mientras disfrutas de su rico sabor.
10. Tus expectativas no son reales
La pérdida de peso es generalmente un proceso lento. Muchas personas pierden la paciencia antes de alcanzar su objetivo final.
Como mencionamos inicialmente, es posible que al principio puedas perder peso rápidamente, proceso que podría ralentizarse al pasar los días o semanas. Recuerda que es un proceso que requiere de constancia y compromiso, por lo cual definir expectativas reales y alcanzables es importante para no abandonar tu plan de dieta antes de alcanzar tu objetivo.
11. Estás estresado
El estrés puede ser un factor importante a lo largo de tu viaje de pérdida de peso. Estudios sugieren que el aumento de peso puede ser, en algunos casos, causado por el estrés.
Tu bienestar mental es tan importante como el físico, así que asegúrate de cuidar de ambos. Si estás luchando por relajarte, comienza a realizar actividades que te gusten y relajen como leer un libro, caminar, yoga o la de tu preferencia.
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12. Sigues una vida sedentaria
Aunque se dice que la pérdida de peso depende del 70% de la comida, el ejercicio te ayudará a acelerar tu proceso de adelgazamiento, además de favorecer tu salud. ¡Son muchos los beneficios que el ejercicio le brinda a tu organismo!
Mantener tu cuerpo en movimiento le traerá grandes beneficios a tu organismo y estamos seguros que después que leas este artículo, te tomarás al menos 20 minutos al día para ejercitarte.
¡Vive Saludable con Exante!
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