8 mitos sobre los productos sustitutivos de comida

Las dietas de productos sustitutivos de comidas, donde una o más comidas son sustituidas por batidos, sopas o barritas, están teniendo mucha aceptación recientemente, si bien todavía existen numerosos mitos en torno a ellas.

Aparecieron durante la época de los primeros viajes espaciales, cuando la población quedó fascinada con la idea de poder conseguir una comida nutricionalmente completa contenida en un solo batido o barrita. Estos productos tuvieron mucho éxito durante los años 70 y 80, pero poco a poco fueron perdiendo popularidad al aparecer nuevas modas que hacían cuestionarse los beneficios de estas dietas.

Sin embargo, debido a los mitos existentes en torno a los sustitutivos de comidas, unos investigadores de la Universidad de Oxford realizaron un estudio completo para analizar las evidencias y corroborar o descartar dichas afirmaciones. Como resultado, la investigación financiada por la Universidad de Oxford se publicó a comienzos de 2019, desmintiendo los siguientes mitos:

1. Son muy complicadas.

Sustituir una de tus comidas habituales, que puede llegar a contener entre 500-800 calorías, por una comida sustitutiva que normalmente contiene entre 200-300 calorías, ayuda a reducir la ingesta calórica diaria. Este control de las calorías es la clave en cualquier dieta que tenga como objetivo la pérdida de peso. Al estar controladas las calorías y nutrientes en los productos sustitutivos de comidas, es mucho más fácil seguir este tipo de dieta que otras en las que las calorías tengan que ser calculadas para cada comida.

2. Estaré limitado a batidos repetitivos.

Los sustitutivos de comidas han evolucionado mucho desde los batidos insípidos que se podían encontrar en la primera época. Hoy en día hay una extensa variedad de productos entre los que elegir, desde batidos, ahora con todo tipo de sabores que se adaptan a todos los gustos, hasta sopas, barritas e incluso comidas pre-empaquetadas, por lo que tu dieta no tiene por qué ser sosa o aburrida.

3. No funcionan.

El estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Oxford para comprobar la efectividad de estos productos para la pérdida de peso, incluyó 23 ensayos clínicos, donde se comparó la pérdida de peso entre aquellos que siguieron una dieta con sustitutivos de comidas, frente a los que realizaron una dieta de pérdida de peso sin incluir productos sustitutivos. Dentro de cada grupo, aunque los sujetos que seguían una dieta normal perdieron peso, aquellos que siguieron una dieta que incluía alimentos sustitutivos de comidas perdieron considerablemente más peso al cabo de un año.

De media, las personas que realizaron una dieta con sustitutivos perdieron 1.4 kg más que las que realizaron otro tipo de dietas. Los que siguieron una dieta con sustitutivos de comidas, combinada con el apoyo de un dietista o profesional médico, perdieron 2.2 kg más que los que hicieron una dieta diferente (sin apoyo médico), y 3.9 kg más que quienes realizaron una dieta de pérdida de peso combinada con ayuda médica.

4. Son una solución temporal.

Los estudios que tuvieron un seguimiento temporal más largo concluyeron que las personas que siguieron una dieta que incluía sustitutivos de comidas pesaron menos que cuando empezaron, hasta 4 años más tarde.

Por lo tanto, el uso de alimentos sustitutivos no tiene por qué estar ligado a una solución temporal ni causar efecto rebote si se mantiene una dieta saludable en el largo plazo.

5. No son seguras.

Algunas personas piensan que las dietas que limitan la ingesta de “comida real” pueden causar dolor de cabeza, insomnio o fatiga. Sin embargo, éstos son efectos secundarios asociados con muchas formas de regímenes dietéticos y no están limitados al uso de alimentos sustitutivos.

Al contrario, al contener las cantidades diarias recomendadas de vitaminas y minerales, los productos sustitutivos de comidas contribuyen a evitar estos efectos secundarios.

6. Me sentiré hambriento todo el tiempo.

Los alimentos sustitutivos de comidas están formulados para ser ricos en proteína y fibra, nutrientes que han demostrado disminuir el apetito. Aunque las porciones parezcan pequeñas, su contenido nutricional hará que te sientas saciado y, por tanto, no necesites tomar snacks con alto contenido calórico entre comidas.

7. Acabaré teniendo una dieta de baja calidad.

Cuando se reduce la cantidad de comida que se consume diariamente con el objetivo de perder peso, resulta más difícil ingerir la cantidad necesaria de nutrientes esenciales. Sin embargo, la investigación demostró que el uso de sustitutivos de comidas en una dieta baja en calorías no deriva en deficiencias nutricionales. Al estar enriquecidos con vitaminas y minerales, los alimentos sustitutivos aportan las cantidades necesarias para una alimentación saludable.

8. Puede que pierda peso, pero seguiré teniendo mala salud.

El estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Oxford también desveló que factores de riesgo, incluyendo la hemoglobina glicosilada (análisis utilizado para el diagnóstico de Diabetes Tipo 2), disminuyeron más en aquellas personas que utilizaron sustitutivos de comidas, que en las que siguieron otro tipo de dietas de pérdida de peso.

Por tanto, si estás considerando bajar de peso, los últimos estudios sugieren que las dietas que incluyen sustitutivos de comidas pueden ser una opción muy lógica.

Si bien se puede obtener una alimentación nutricionalmente completa recurriendo únicamente a alimentos tradicionales, los alimentos sustitutivos resultan muy cómodos para obtener una alimentación completa y saludable, reduciendo al mismo tiempo las calorías, en aquellos casos en los que se requiere una pérdida de peso, sin arriesgar la ingesta de la cantidad diaria recomendada de vitaminas y nutrientes esenciales.

Si quieres saber más sobre las vitaminas y minerales que incluyen los productos Exante, no dejes de leer el siguiente artículo para conocer cómo pueden beneficiar tu salud.